miércoles, 16 de abril de 2008

Participación, asambleas, ¿idoneidad?

Desde hace, por lo menos, 5 años los asuntos de la escuela, a nivel estudiantil han sido tratados, salvo con algunas incorporaciones, por el mismo grupo de estudiantes. No es ninguna novedad lo que digo. Creo que esa situación, habla sin lugar a dudas del mérito de estos estudiantes que cargaron sobre sus espaldas cuestiones que correspondían a todos y que han sabido obtener logros políticos y de gestión muy importantes. Pero este hecho también evidencia una escasa participación de los demás estudiantes. Lo dice alguien que rara vez ha ido a una asamblea. ¿Porqué los estudiantes no van a la asamblea? No lo sé pero en mi caso, no era porque los estudiantes del consejo y allegados fueran excluyentes. No siempre al menos.
Cuando pensamos en ampliar el campo de búsqueda y selección de veedores creo que pensamos en una forma de incorporar estudiantes que no van (vamos?) a las asambleas a las cuestiones de la escuela. En ese sentido es lo inverso a lo que piensa Noé, para quién participar de las instancias de discusión – asambleas, consejos, etc.- es la mejor forma de ser un veedor idóneo.
Creo que si queremos estimular la participación de los estudiantes en las cuestiones políticas y de gestión de la escuela y en los foros de discusión, debemos soslayar la preparación y la idoneidad de los estudiantes que participan habitualmente en esos foros. No podemos decir “vengan a las asambleas y participen de las cuestiones de la escuela” y a la vez decir “nosotros tenemos más preparación para ser veedor por que hace mucho que participamos en las asambleas”. Es como que los que ya corrieron 100 mts. inviten cordialmente a los demás a participar de la carrera sin regresar a la largada. En eso acuerdo con Martín: ¿qué te asegura que ya corriste 100 mts.? ¿cuántas asambleas y participaciones en el consejo hacen falta para ser veedor? ¿Quién la tiene más larga?
Me parece que Noé piensa en el espacio (“miserable” –como dice Martín) de veedor como una instancia de batalla donde uno tiene que estar preparado y curtido a través de la participación en la escuela. Lo que se escapa allí, lo que no se ve, es que el espacio de veedor ES participación en la escuela y no el fin de la misma. Por eso es importante que lo ocupen los que no están habitualmente por que es una forma de que estén. Se dirá que mientras no haya voto es una forma insuficiente y, tal vez inútil, pero esa es una discusión distinta de la que estamos teniendo: quiénes ocupan esos insuficientes lugares.
Por eso me parece que este mecanismo no está buscando garantizar “los conocimientos y responsabilidades de quienes sean veedores”, está buscando otra cosa, está buscando mecanismos de invitación más concretos que un cartel en el francia o un mail en la casilla.
En cuanto a los antecedentes que da ser veedor, coincido que “ en este mecanismo se acentúa el valor de la participación con respecto a los "beneficios" que esta implica” y no me parece malo, aunque sé que a muchos incomoda que así sea. Los antecedentes académicos son importantes para los estudiantes, y por ello deben ser bien distribuidos y se debe difundir dónde están, para que todos puedan llegar a ellos. En caso de veedores no debe ser una excepció, o mejor dicho, yo no veo por qué debería serlo, ni porque eso va en detrimento de las “habilidades políticas” que puedan adquirir los potenciales veedores.
Darío Sandrone.

No hay comentarios: