martes, 7 de octubre de 2008

Seis Momentos de Praxis política. O Filosofía y Democracia.

Consejo para la lectura: ante todo mucha calma.

Personajes:
M.
S.
D.
Consejeros.

Escena única:

S. –La verdad es que tenemos muy poco tiempo, y hay que presentar la lista de los consejeros pasado mañana, así que necesitamos elegir a los postulantes hoy mismo…
No hay tiempo… como dice Pedro Aznar “el tiempo de la política es fugaz, contingente y sin fundamentos últimos”… Y esto es político y coyuntural, esto es Praxis en sentido aristotélico, bla, bla, que el ágora y que se yo…
M. –Así que compañeros esperamos candidatos, tenemos para trabajar el tema del profesor visitante, y también el proyecto de hacer prosperar la modificación de horarios, que lo comenzó a proponer una gente de historia, y como nosotros andábamos escasos de ideas, y esta estaba buena, decidimos impulsarla…
En eso emerge una vocecita un poco aguda…

Consejera 1. -Yo la verdad es que no tengo reuniones periódicas con mis compañeros, y muy al tanto de la situación política en la universidad no estoy… no sé la verdad, si ser o no ser, si ser o no consejera. Heee….
La compañera pierde el hilo de su voz.

Al mismo tiempo M. escribía en el pizarrón el nombre de Consejera 1. Cómo haciendo caso omiso de las dudas e intermitencias de la decisión de la compañera. Apurando las cosas y omitiendo el problema de que no existan estudiantes con genuinas expectativas de participar en el órgano de administración de la escuela. Y pensemos que también lo apuraba la escasez de tiempo…
Consejero 2. –Yo la verdad es que acabo de aterrizar en esta facultad. Tuve unos problemas de asma, necesitaba un clima mas seco, y vine a Córdoba. La verdad es que no conozco a nadie, un par de compañeras que intente chamuyarme, y a tres profes, los del cuatrimestre pasado. No estoy al tanto de las internas de la facultad. La kiosquera me dijo un par de cosas, pero todo muy por arriba, pero igual me interesa, no sé….
M. se apura en escribir el nombre de Consejero 2 en el pizarrón. M. piensa –¡¡¡Ya esta!!! Ya tenemos dos giles… y luego M. señala a una chica y le dice: - ¿vos no querrás Ser? Ella: -Bueno, pásame un trago. M. le alcanza la botella de la bebida con baja gasificación y aprovecha el momento… –Digo... digo… bueno… ¿no querrás ser consejera?...
Consejera 3. Se apura a tragar la gaseosa – eeesssteeee… Yo la verdad es que no, me gusta quedarme en casa, tomando unos mates… estudiando Kant, No hablo mucho con mis compañeros… así que no sé bien si puedo representarlos, armarles buenas mesas de exámenes... mmm…
Al mismo tiempo que Consejera 3 dudaba M. escribía su nombre en el pizarrón y pensaba: -bue! ¡Casi ya esta! Tenemos los titulares…
La consejera 3 permanece en silencio… no dudaba de que algún provecho sacaría de su consejería, o tal vez no sabe que decirle a M. y por alguna de estas razones no ponía objeciones a su postulación…

Aprovechando el desorden un piba toma la iniciativa, no se bien como hace, se acerca al pizarrón y le dice a M. que ella escribe su nombre, que es difícil y prefiere hacerlo ella misma. M. pensó: ¡que convicción política!... Si ¡La de figurar!
En este punto el actual consejero D. exclamo: -ella quiere se consejera!!! –señalando a una chica que hace rato no cursa pero es estudiante ¿será que le cuesta trabajo la tesis? -.
Este momento fue alucinante porque la mina no dijo nada, nada de nada, no abrió el pico mas que para echar el humo de su cigarrillo rubio… ¡estaría nerviosa! Y el silencio concede.
Por supuesto que M. se apresuraba en escribir el nombre de Consejera 5.
Consejera 6. –Yo me propongo, mi interés es establecer un puente entre las discusiones del Centro de Estudiantes y el Consejo de Escuela. Además estoy cursando y conozco a varios compañeros, conozco sus necesidades de estudiantes. Además he conversado con los consejeros actuales y pasados, de esta y otras escuelas, estoy al tanto de los problemas universitarios. Además tengo algunos proyectos en mente que me interesa discutir y ejecutar…

La única persona con convicción fue esta. Lástima que nadie la escucho, ya todos querían fumar un pucho, ir a escuchar el programa de radio Esto no es un pipa, fumar porro, etc.
M. se olvido de escribir el nombre de Consejera 6 en el pizarrón. La militante independiente le recordó que la anotase. De este modo se completo la formula.
A través de este intenso debate se cerró el principal punto de discusión de la asamblea: elección de consejeros. Las demás fueron necedades exclamadas a viva voz e intrascendentes. A esto se le llama elección democrática de representantes estudiantiles. Fue realizada por estudiantes de filosofía que permanecen en la facultad desde al menos 2 años y otros que cultivan su presencia desde hace 8 o 9 años. ¡¡¡Un éxito!!! Que bien que hace estudiar filosofía.

3 comentarios:

circoanalisis, walterEgo y sus ninfómanxs de trasnoche dijo...

Gracias por estas letras.
Señ@s anónimo.
Creo que es la primera vez que aparece mi inicial en una opereta.
La verdad que todavía sostengo las comisuras de mi risa al momento de escribir este comentario
Nuevamente gracias
M
o debería decir Martin DM

EstudiantesenConsejo dijo...

Es un comentario que hay que agradecer por su sinceridad y, sobre todo, porque no insulta gratuitamente, sino que se basa en cierto estudio del caso (se ve), con el cual diría que coincido en muchos puntos, sí, pero. Yo no sería tan sarcástico con el alma de los filósofos. O tal vez sería más cuidadoso al hacerlo. Por otra parte, es bastante elogioso el “despiste” que nuestr* compañer* ve (entre tanta ansiedad organicista que imponen muchos grupos), y que en su prosa -digna de Ibsen-, no están ausentes, lamentablemente, ciertos atisbos claramente higienistas (bebidas y drogas que distraen del quehacer político, ¡ay!). En todo caso, como consejo (no de Escuela) para el amigo shakespeareano que escribió la bella escena, me dedicaría más a ver lo “despistado” al interior de ciertas militancias que sólo miran el ombligo de la facultad y, cuando mucho, las piernas de la Universidad. Todos sabemos que las cosas importantes que combatir (la violencia, la derecha cordobesa, la homofobia, las jerarquías, la oligarquía, la marginación) pasan muy poco por la Facultad de Filosofía –que obviamente tiene sus buenas dosis, claro. ¿O acaso van a decirme que nuestro Shakespeare tiene las manos ajadas de sus trabajos en barrios populares, cárceles provinciales y movimientos campesinos? Yo apostaría a que no. Pero “el que apuesta, pierde”. Y el que arriesga, últimamente también.

EstudiantesenConsejo dijo...

Escena subalterna a la escena Única (la Acción u Omisión transcurre simultáneamente a la escena Única sólo que tomada desde una cámara oculta en la brasa del cigarrillo rubio, lo que permite buenos primeros planos del protagonista).

Protagonista (del latín, pro-agonista: aquél que se adelanta o se apresura a oponerse; o bien, que posterga su oposición hasta mañana; en definitiva, se opone justo a destiempo. Sobre qué hacer con la “t” de proTagonista no hay acuerdo entre los filólogos). Decíamos: P. No hace nada. A lo sumo dibuja en su cuaderno mientras S. se explaya sobre la contingencia y la urgencia de la política (N.del T. en Guaraní “contingencia” y “urgencia” condensan sus significados en un único vocablo Serahiyá, o Necesidad del Tiempo) y bla bla.

P. sigue dibujando en su cuaderno mientras M. empuña una tiza e intercala en el pizarrón nombres de candidatos con sus páginas web preferidas. Cada tanto intercala una sonrisa satisfecha (P ^ M). La cámara no alcanza a captar si es que el dibujo le salió bien o la asamblea les está saliendo estupendamente mal (P).

ApM (Alguien, probablemente M.). Le ofrece a P. ser candidato a consejero.

P. menea la cabeza en señal de suave negación, con hálito a misterio. Muy de un Hegel.

D. señala a la Candidata Silente

CS. efectivamente, calla.

P. mira de reojo la brasa del cigarrillo rubio de su derecha sin saber (¿sin saber?) que esto implica una toma western, un agudo primer plano de su mirada a lo Clint Eastwood.

(Se cierra la lista)

P. efectivamente, calla.

(La gente se va, incluido P, quien antes pisa la colilla del rubio cigarrillo-cámara oculta con la misma zapatilla con la que había pisado un chicle. Se lleva la cámara arrastrando aunque sin captar imágenes. Se escuchan voces, descorches, puteadas y carcajadas).

P. (llega borracho a su casa y dice para-sí) “Jeje… con esta borrachera te distingo el cielo del infierno sin tener que moverme de acá. Más fácil que distinguir entre un pibe de barrio y un filosofito... Bah! en realidad, es exactamente igual de fácil...”

(Empieza a escribir: “Escena Única...” Espeta con una pluma cítrica y encomiable dos o tres grandes verdades: Urgencia de tiempo, Ausencia de discusiones de fondo, Exceso de silencios. Interpola el orden de las apariciones y deja para el último –lugar que, ya se sabe, viene a revelar la Verdad en su última aufhebung y/o la Redención Cristiana– a la Consejera Casi Omitida. Oblitera su propia omisión asamblearia respecto de las discusiones de fondo, igual que el resto. Sentencia, igual que J. y que S. la diferencia clara y evidente entre auténticas cuestiones de fondo y meras necedades. Aprieta Enter).